- Te deseo lo mejor
-Entonces quédate conmigo

lunes, 13 de octubre de 2014

❥ A veces el frío es lo que más quema.


Me dijeron que era demasiado rara para este mundo de patrones cortados siempre por las mismas tijeras, ya demasiado oxidadas, que dejan los rastros de errores que una y otra vez marcan la tela a la que llamamos personas.

Me dijeron que no era suficiente para una sociedad en la que menos es más y no serás nadie si no vistes, hablas, piensas y actúas como tu vecino, el de al lado, y el de más allá.

Me dijeron que la belleza era subjetiva y después marcaron un canon para mentes cerradas y ojos nublados de esos que solo ven líneas continuas en papeles ya muy pintados. Gritaban que ser perfecto era imposible y sin embargo ahí estaban todos, poniendo más allí y quitando más de aquí para rozar aquello que era lo que ellos creían correcto.

Me llamaron antisocial y lo que ellos nombraron como insulto no era más que toda una virtud, y no era tampoco esa la definición, sino selectiva. Ser selectiva significa que mientras todos llegaban con brazos abiertos, sonrisas falsas e hipocresía quemándoles las tripas yo, con mis brazos cerrados y mis labios apretados veía, juzgaba y elegía quién merecía ser llamado amigo y quién iba a fallarme antes de abrir la boca, y es que para ellos la felicidad consiste en llenar páginas de facebook con listas de amigos, mientras que para mí es ser capaz de estirar los dedos de una mano con nombres que sé que van a estar ahí mañana, y que además lo harán porque de verdad quieren hacerlo.

¿Esto es bueno? Para mí es lo más grande, porque significa que me cuesta hacer amigos, pero cuando los hago... son de verdad. Que me cuesta querer, pero cuando lo hago... Dios, cuando lo hago lo hago hasta reventar. Que si tengo que arriesgar soy la que más arriesgo, que si tengo que pelear soy la que más peleo, y lo doy todo y más por esa persona. Porque cuando alguien me gana me gana en todos los sentidos y aspectos posibles, se gana mi alma y se gana mi pecho. Me gana completamente, y entonces me tiene, incondicional e irrevocablemente suya.  

Ellos se empeñaron en juzgar sin haber conocido primero, en abrir la boca sin haber abierto primero la mente y en disparar sin ni siquiera haber mirado cual era el objetivo. Creían saberlo todo y no sabían de nada, y es que las palabras se quedan solo en palabras si llegan a los oídos vacías.

Hoy puedo decir que soy quien soy porque así me han hecho. Soy esto.

Se ha convertido en costumbre escuchar que soy demasiado fría, pero es que a veces las personas frías son las que más queman, y cuando queman... lo hacen hasta el hueso. 

Solo necesitan a alguien dispuesto a prestar un poco de fuego.


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