- Te deseo lo mejor
-Entonces quédate conmigo

miércoles, 8 de octubre de 2014

❥ Creer es crear; eso, para existir.


"No cojas la cuchara con la mano izquierda.
No pongas los codos en la mesa.
Dobla bien la servilleta.
Eso, para empezar.

Extraiga la raíz cuadrada de tres mil trescientos trece.
¿Donde está Tanganika? ¿Qué año nació Cervantes?
Le pondré un cero en conducta si habla con su compañero.
Eso, para seguir.

¿Le parece a Ud. correcto que un ingeniero haga versos?
La cultura es un adorno y el negocio es negocio.
Si sigues con esa chica te cerraremos las puertas.
Eso, para vivir.

No seas tan loco. Sé educado. Sé correcto.
No bebas. No fumes. No tosas. No respires.
¡Ay, sí, no respires! Dar el no a todos los "no"
y descansar: Morir".

GABRIEL CELAYA.

Permitidme hoy deleitaros con la introducción de este poema que viene muy al caso para lo que me apetece contaros.  Decir que Celaya tiene una manera muy especial de decir las cosas es una obviedad tan clara que no merece la pena mencionar, y es que hay poetas con alma y poemas con alma, y éste... tiene las dos.

Vamos a dividir esto en cuatro bloques siguiendo la estructura de esta poesía. 

Hablemos primero del por qué de un mundo lleno de normas que nunca llegan a nada y de esa ya tan famosa frase "Las reglas están para romperlas" que me parece además de liberadora, saludable. Saludable en muchos sentidos. Y es que esta vida es demasiado corta para dejar que decidan por nosotros qué es lo "correcto", pues al final acabamos estableciendo reglas para los demás y excepciones para nosotros, y tan perjudicial es desdeñarlas como ceñirse a ellas en exceso.
Eso, para empezar.

¿Por qué esa obsesión con milimetrar nuestras palabras y recoger con cuentagotas nuestros ideales? Vivimos en una sociedad en la que la forma de vida está ya marcada a fuego con el mismo molde para todos cuando ni siquiera llegamos a parecernos. No hay un individuo igual a su vecino, e intentar conseguir que dos personas piensen, actúen, hablen y vivan de la misma formas es una total, absoluta y enorme gilipollez. No hay nada más bello que el individualismo ni más fuerte que lo especial, y para ser especial... hay que ser diferente. 
Eso, para seguir.

Voy a apoyarme en una frase del gran Albert Espinosa que tanto me ha enseñado de la vida, y es que "Si crees en los sueños, ellos creerán en tí. Creer y crear son dos palabras que se parecen y se parecen tanto porque están muy cerca. Tan cerca que si crees... se crea". Y es que al final la vida es eso, creer que podemos crear y crear para ser alguien, pero que sea porque de verdad disfrutamos creando y no porque nos han dicho que es lo que debemos hacer. 
Eso, para vivir.

Y llegados a este punto, vamos a hablar de un mundo diferente, un mundo en el que quitamos todos los "Noes" para que al final solo nos queden "Síes". Está bien romper las reglas. Está bien saltarse prohibiciones. Está bien ser diferente, porque cuando dejemos este mundo (y lo dejaremos, cada uno de nosotros a su debido tiempo) lo que quedará serán las huellas de nuestros actos, lo que hayamos creado y lo que hayamos hecho que nos diferencie de los otros miles de millones que vivieron exactamente igual que nosotros.
Eso, para morir.

Somos muchas personas en un mundo demasiado pequeño, así que no se tú, pero yo... yo voy a hacer que mi estancia aquí sea como YO quiero que sea y voy a pelear por dejar mi marca personal, algo que me diferencie, que me permita sentir que dejo algo de valor tras mis pasos.
Se trata de escuchar tu fuerza, crear tu lucha... y dejarte guiar.
Por tí.

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